Son esperadas con gran ansiedad, aun a sabiendas de que los palos van a ser mayoría. Por que se resisten los profesores varios meses a sacarlas es algo que escapa de toda lógica. Algunos tardan tanto en publicarlas, que se juntan casi con los exámenes finales, lo que provoca en los alumnos un estado de impaciencia y nerviosismo nada recomendable. Cuando ocurre esto, el estudiante que cree que va a suspender se plantea: “¿me estudio esto o espero a que salgan las notas por si cae la breva?”
Normalmente no se estudia y si se suspende, con lo que hay que ir a contra el reloj para llegar con ciertas garantías el examen final.
El proceso hasta la publicación de las notas no debe de ser sencillo dada la demora con que suele producirse, y debe de ser algo parecido a esto:
Día 1: examen. El profesor recoge sonriente los exámenes: “¡os habéis cagado!”
Día 2 al 5. Descanso
Día 8. “bueno, será hora de empezar a corregir” diez minutos después: “joder, que pesadez. Lo dejare por hoy”
Día 9. “bueno, qué remedio: al trabajo. Tengo que inventarme algo para quitarme la mitad de encima”
Día 10. “ya esta: el que no me haya puesto XXXXX, suspenso. Je, je, je. Uno al hoyo, dos al hoyo, tres, ¡cuatro!... vaya este no. ¡Asqueroso!”
Día 15. “me aburro, retomemos la corrección de exámenes. Este fuera, este suspenso. ¡Hombre! Uno que parece estar bien. Este, mmmmmhh… así, así , un cuatro con setenta y cinco!
Día 20. “joder, todavía me queda la mitad. A ver, dedicando medio minuto a cada examen…¡Puf, es mucho tiempo! Habrá que dedicar unos quince segundos. Este parece valer; este tiene pinta de estar fatal; este ni de coña...”
Día 26. “bueno , me quedan solo veinte. Voy a tratar de dedicares todo el tiempo posible. Sere justo aunque sea con unos pocos”. Media hora después: “joder, esto es insufrible. ¡Y solo llevo uno!¡Hala, suspenso por aburrido!”
Día 29. “todavía me quedan doce. Habrá que volver al sistema tradicional: este si, este no, este me gusta y a este me lo cargo yo.”
Día 31. “bueno, hoy me siento esplendido. Daré una nueva oportunidad a todos esos suspensos. Los que caigan sobre la alfombra, me los vuelvo a mirar.” (Lanzamiento). “¡Hala, cuantos! No puede ser. Probare mejor con la alfombrilla del baño”
Día 35. “bueno, lo siento, no ha podido ser: suspensos y bien suspensos. ¡Acabé! Un buen trago de whisky para celebrarlo.”
Día 40. “creo que ya va siendo hora de que me acerque por la universidad para que vayan pasando las notas”
Día 43. “joder con la secretaria! ¿Dónde cojones se ha metido?
Día 46. “¡Por fin la encuentro! Anda, ve pasando estas notas y las sacas lo antes posible.”
Día 50. La secretaria decide que no es bueno tomar tanto café y, con gran esfuerzo, acude a su trabajo.
Día 51. “no está mal, ya llevo veinte.”
Día 52. “otros veinte y a tomar un cafetito”
Día 55. “Hoy hare horas extras: ¡Veintidós mas!”
Día 60. “…Zorrade Mierda, Almudena. Je, je, cuanto suspenso. Zurullo Decoña, Francisco. ¡ay, Paquito, estudia un poquito! ¡Acabé!”
Día 65. “vaya, se fastidio la impresora”
Día 70. “a ver si llamo algún día para que arreglen la impresora.”
Día 75. “¡imprimido! ¿Dónde están las chinchetas?” Nota: comprar chinchetas
Día 77. Publicación definitiva de las notas.
Es curioso observar cuan rápidamente se corre la voz de que han salido las notas y con qué velocidad se forma una autentica marea humana en la que solo se oyen cosas como:
“¡qué miedo!”
“no quiero verlas”
“más me vale aprobar esta”
“¡Ya le vale a este tío!”
La opinión generalizada es que todo lo que no pase de cinco es tiempo perdido. De hecho ha poca diferencia de alegría entre los que sacan esta nota y los que obtienen un ocho o un nueve. Los estudiantes se agolpan ante el corcho como periodistas tras el príncipe, buscan su nombre y, dependiendo de la calificación, exclaman una de estas tres tonadillas:
“¡toma!” (Con el puño en alto)
“¡qué cabrón!” (Golpeando el corcho)
“me lo esperaba” (con las manos en los bolsillos y encogiéndose de hombros)
Resulta conveniente que al lado del corcho haya un par de papeleras para soltarles una buena patada, porque descarga mucha adrenalina y ayuda al personal a tranquilizarse.
25 mayo, 2011
La Universidad me mata
18 mayo, 2011
Elecciones
Quizás al ver el título del post habréis dicho: "jope GriLLo, que coñazo, no me pienso leer esto". Bueno pues no lo leas, pero me parece importante poner mi granito de arena sobre este tema, ya que las tenemos a la vuelta de la esquina.
El sistema electoral en España, es, a mi entender, completamente injusto.
Nuestro sistema se basa en la circunscripción por provincia. Esto significa, que cada provincia tiene asignados un número de diputados en el congreso en función de su población. (por ejemplo soria tiene 3 y Madrid 32). Pero como algunas provincias se quedarían sin diputados debido a su escasez de población en esas provincias, un diputado cuesta menos votos que en las de mayor población. Sí, exactamente, el voto de un madrileño vale menos que el de un leonés, por ejemplo.
(Me estoy dando cuenta de que las elecciones del domingo son autonómicas y no generales, por lo que mucho de lo que estoy diciendo no tiene sentido para el domingo pero seguiré con mi pequeña tesis, ya que creo que también se ven afectadas por el sistema indirectamente, jejeje)
El sistema provincial dos cosas:
1 - Que a los partidos minoritarios les resulte tremendamente difícil entrar en el congreso a no ser que sean importantes en las provincias clave como Madrid o Barcelona.
2 - Que partidos nacionalistas, con pocos votos a nivel estatal, consigan excelentes posiciones en el congreso.
Me explicaré con el ejemplo de las elecciones de 2008 en las que el PNV (Partido Nacionalista Vasco) sólo necesitó 51.021 votos para cada uno de sus diputados, ya que ese partido tiene mucho éxito el País Vasco y todos los votos provienen de allí. Izquierda Unida necesitó 484.983 para cada uno de sus diputados. IU tuvo más votos a nivel estatal, pero sólo consiguió diputados desde Madrid, porque en las provincias no alcanzaba el número mínimo. Pero si juntamos los votos que consiguió entre todas la provincias en un sistema de circunscripción única habría estado justamente representado en el Congreso. IU obtuvo 2 escaños frente a los 6 del PNV.
Los dos grandes partidos son los grandes beneficiados de este sistema, que, en ocasiones, con el 35% pueden obtener mayoria absoluta. Y solo dos partidos no representan a la pluraridad de opiniones de España. Los medios de comunicación se callan, la gente prefiere por desidia, no quejarse, y acatar lo que se llama el "voto útil", creen que deben votar a esos dos partidos o a los nacionalistas para que, algo que se parece a su opinión esté representada en el congreso. La teoría del "voto útil" se extrapola también a las elecciones autonómicas porque los votantes ya la tienen en la cabeza integrada.
Un sistema de circunscripción única sería en mi opinión lo más justo. En el que cada voto vale lo mismo como el que tienen en EE.UU o en Holanda. Yo os animo a enteraros de las propuestas de los pequeños partidos que, en muchas ocasiones coinciden más con nuestra opinión, que dos partidos que se creen que siempre tendrán el poder. Para que cada opinión esté representada, votad. Cambiad el voto útil por el voto consciente.
Probablemente no me habré explicado correctamente o necesitéis una segunda lectura para aclararos, de todas formas no soy escritor, jeje. Preguntad si tenéis alguna duda, o simplemente comentad vuestra opinión.